
Fragmento de Guillermo Fadanelli.
Fue hace ya varios años que me tope con el articulo que contenía este texto e imagen en una revista Día Siete, no pude evitar la comparación (por mas ridícula y errada que parezca) de esta pintura y sobre todo del personaje en la misma con una pintura hecha por Francisco de Goya; tan oscuro, tan sombrío, tan escatológico, me fue inevitable recordar los trabajos de Goya, también analizando un poco mas a fondo la pintura y verme tristemente reflejado en ella, el destino de nuestra sociedad en la mayoría de los casos es tener personas condenadas a beber.
Y es que yo mismo; un alcohólico confeso, no puedo claramente imaginarme una reunión sin alcohol, sin ese mareante elemento que tanto parece unir a la gente, las causas de alegría y de tristeza, sencillamente no puedo imaginarlo.
Es hasta cierto grado una triste verdad para la mayoría de nosotros, lamentablemente y por mas conmovedor o deprimente que pueda resultar leer esto, no dejare el alcohol, pues es mi mayor vinculo a la sociedad.
La pintura pertenece a la colección "La pierde almas" de Jonathan Barbieri, pintor norteamericano radicado en Oaxaca.
1 comentario:
Pues como dicen: es bueno dejar el trago.
Lo malo es no acordarse dónde.
Publicar un comentario