martes, 23 de junio de 2009

Divague cotidiano

Ultimamente me he dedicado mucho a leer, temas tan diversos saltan a mis ojos; poesía, filosofía, física, política, novelas, en fin, muchos temas he leído.

Hay un libro que leo y releo con ansiedad casi compulsiva, un libro que solo yo parezco poseer, "Poesías del termidor", un repaso poético por la vida del autor Miguel Muñoz Guzmán a quien además conozco de hace algunos años y cuento entre mis amigos y camaradas. Compañero de aventuras e ideales, algunos practicamente imposibles, otros que aun persisten; quien sabe, en algún momento revivirán nuestras viejas luchas sociales y entonces no permitiremos que la telaraña corrupta de la política oficial nos atrape de nuevo e impida nuestra meta.

Mencionaba lineas arriba que es un libro que solo yo parezco poseer puesto que solo se imprimieron 100 ejemplares de los cuales ya ninguno queda, mas yo aun atesoro mi viejo y algo maltratado libro como uno de los grandes ignorados de la literatura, asi es y asi sera.

martes, 16 de junio de 2009

En conclusión

Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento, recordé cuando contemple al mundo en todo su esplendor por primera vez, solo tenia 2 años y mi desilusión crecía, "que personas tan raras" pensé; ahora, muchos años después mientras enfrento mi destino, escucho una canción que solo existe en mi mente, montones de haditas revolotean a mi alrededor en un desincronizado baile que solo yo puedo apreciar.

¿Como pude llegar al punto de no saber que es real?, lo medito largamente y ahora se que nada tiene que ver con alguna alucinación, sino con lo abstracto y surrealista del mundo, ver la realidad para mi es preguntarme si eso es posible; pero si, verdaderamente esta es la realidad, llena de contrastes, de colores tan opacos en ocasiones, tan brillantes en otros momentos. Como ver las hojas de un árbol moverse al ritmo del viento, cada una tan independiente y única al efecto de el mismo elemento, sin embargo tan dependiente una de otra; esa es la vida para mi, un árbol a merced del viento, con cada una de sus hojas moviendose a su propio ritmo, llena de su propia vida y a la vez alimentada como todas del mismo árbol.

Creo que estoy listo para lo que venga, bueno o malo sera, eso lo decidiré cuando el momento llegue.

martes, 9 de junio de 2009

Fin de semana insolito

Dos cosas importantes pasaron el fin de semana pasado:

1.- Después de 10 años pude ver a Metallica en vivo, una de las bandas por las que comencé a escuchar metal en aquella lejana tarde en las que cursaba el tercer año de primaria y mi hermano mayor trajo un par de cintas de Metallica y Pantera, si mal no recuerdo eran el Ride the lighting y el Cowboys from hell, cuando me entere que vendrían gracias a la extinta estación (al menos en calidad porque aun existe) 102.7 de fm yo contaba con 15 años y ninguna posibilidad de viajar al D.F.

2.- Pude vencer uno de mis miedos, ya que realice un viaje que hasta entonces había temido hacer (gracias a los malos comentarios lo confieso), fui al D.F., realmente me agrado mucho lo que pude ver de mi cortisima estancia ahí, el centro es impresionante, la Catedral, Bellas Artes, la torre Latinoamericana, las ruinas del Templo Mayor, el Zócalo, la Alameda, el centro limpisimo, muchisimos policías, el Palacio de gobierno, la exposicion de dinosaurios del museo del desierto de Coahuila en el Zócalo, el museo del Templo Mayor, el hotel Brasilia, además de todo lo que no recuerdo.

Fue una fin de semana tan largo y corto a la vez, tan cansado y relajante, tan chistoso (esos chilanguitos estaban bien curiosos), tan filosófico y casi mortal (todavía no se me olvida mugre taxista cafre), estar en la cima urbana del D.F. fue toda una experiencia de reflexión (aunque tal vez era la falta de oxigeno y lo cansados que estábamos), ver el gris e inmenso horizonte solo pudo hacerme pensar en lo pequeños que somos y como hay todo un universo moviendose a nuestro alrededor sin que lo notemos siquiera, abstraídos en nuestra propia existencia, negandonos a lo que nos rodea y constantemente nos llama, nos suplica que salgamos de nuestra pequeña burbuja, que aprendamos a descentralizarnos, pues hay muchos mundos a nuestro alrededor girando independientes unos de otros, flotando todos juntos en una asimétrica armonía. Al observar desde lo alto el indescifrable final del mundo me di cuenta que el horizonte nunca termina, hay que seguir avanzando eternamente hasta que ya no podamos hacerlo, cuando nuestros pies se detengan volveremos la mirada para ver todo el camino que hemos andado y entonces sonreiremos al darnos cuenta del camino que hemos recorrido, los senderos que dejamos ir, los baches que esquivamos, y las grandes rocas que rodeamos para llegar hasta nuestro final.

Cuando todo eso pase voltearemos nuevamente al frente y seguiremos avanzando hasta el final del camino; llegaremos a la luz.

martes, 2 de junio de 2009

14 años despues

Increíble como pasa el tiempo, 14 años suenan demasiado grandes pero a la vez se siente tan corto el tiempo, después de 14 años la gente cambia demasiado, aun así pudimos encontrar un espacio dentro de nuestras vidas tan ajenas para regresar el tiempo por unos instantes. Gracias a todos los que fueron por ayudarme a recordar un poco de mi pasado muy lejano y a los que faltaron espero que no fallen la próxima vez para seguir recordando.