martes, 9 de junio de 2009

Fin de semana insolito

Dos cosas importantes pasaron el fin de semana pasado:

1.- Después de 10 años pude ver a Metallica en vivo, una de las bandas por las que comencé a escuchar metal en aquella lejana tarde en las que cursaba el tercer año de primaria y mi hermano mayor trajo un par de cintas de Metallica y Pantera, si mal no recuerdo eran el Ride the lighting y el Cowboys from hell, cuando me entere que vendrían gracias a la extinta estación (al menos en calidad porque aun existe) 102.7 de fm yo contaba con 15 años y ninguna posibilidad de viajar al D.F.

2.- Pude vencer uno de mis miedos, ya que realice un viaje que hasta entonces había temido hacer (gracias a los malos comentarios lo confieso), fui al D.F., realmente me agrado mucho lo que pude ver de mi cortisima estancia ahí, el centro es impresionante, la Catedral, Bellas Artes, la torre Latinoamericana, las ruinas del Templo Mayor, el Zócalo, la Alameda, el centro limpisimo, muchisimos policías, el Palacio de gobierno, la exposicion de dinosaurios del museo del desierto de Coahuila en el Zócalo, el museo del Templo Mayor, el hotel Brasilia, además de todo lo que no recuerdo.

Fue una fin de semana tan largo y corto a la vez, tan cansado y relajante, tan chistoso (esos chilanguitos estaban bien curiosos), tan filosófico y casi mortal (todavía no se me olvida mugre taxista cafre), estar en la cima urbana del D.F. fue toda una experiencia de reflexión (aunque tal vez era la falta de oxigeno y lo cansados que estábamos), ver el gris e inmenso horizonte solo pudo hacerme pensar en lo pequeños que somos y como hay todo un universo moviendose a nuestro alrededor sin que lo notemos siquiera, abstraídos en nuestra propia existencia, negandonos a lo que nos rodea y constantemente nos llama, nos suplica que salgamos de nuestra pequeña burbuja, que aprendamos a descentralizarnos, pues hay muchos mundos a nuestro alrededor girando independientes unos de otros, flotando todos juntos en una asimétrica armonía. Al observar desde lo alto el indescifrable final del mundo me di cuenta que el horizonte nunca termina, hay que seguir avanzando eternamente hasta que ya no podamos hacerlo, cuando nuestros pies se detengan volveremos la mirada para ver todo el camino que hemos andado y entonces sonreiremos al darnos cuenta del camino que hemos recorrido, los senderos que dejamos ir, los baches que esquivamos, y las grandes rocas que rodeamos para llegar hasta nuestro final.

Cuando todo eso pase voltearemos nuevamente al frente y seguiremos avanzando hasta el final del camino; llegaremos a la luz.

3 comentarios:

artzneo dijo...

en un universo paralelo llegaste a tener sexo con una súper modelo en ese viaje a df... pero no en este universo en donde eres un homosexual que filosofea sobre la vida y un viaje al distrito federal mirando el cielo gris

Peter Kurten dijo...

Ya dejen mi teoria de universos paralelos, malditas supercuerdas, el Nobel deberia ser mio desde hace 19 años, maldita cuantica, malditas cuerdas, maldita teoria Kaluza-Klein, malditos todos lo fisicos

Peter Kurten dijo...

Especialmente el Velas y Neo (aunque no la hizo y termino de contador)