miércoles, 20 de febrero de 2008

Compañero mio

Amigo mío, yo no soy lo que parezco. Mi apariencia es sólo un traje que llevo puesto, un traje hecho cuidadosamente que me protege a mí de tus preguntas, y a tí de mi negligencia. El Yo que hay en mí, amigo mío, habita en la casa del silencio, y en ella vivirá por siempre inadvertido, inabordable.

No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confíes en lo que hago, porque mis palabras son sólo tus propios pensamientos hechos sonido; y mis acciones, tus esperanzas convertidas en acción. Cuando dices: " El viento sopla hacia el oriente", yo digo: " Sí, sopla hacia al oriente"; pues no quisiera hacerte saber que mi mente no medita acerca del viento, sino sobre el mar. Tú no puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas con el mar.

Cuando es de día para ti, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo incluso así, hablo del mediodía que danza en las montañas y de la sombra escarlata que se abre paso sigilosamente por el valle; porque tú no puedes oir los cantos de mi oscuridad ni ver mis alas que se agitan contra las estrellas. Y no me interesa que me oigas ni que me veas. Prefiero estar a solas con la noche.

Cuando tú asciendes a tu Cielo, yo desciendo a mi Infierno. Incluso entonces tú me llamas a través del infranqueable abismo: "Mi compañero, mi camarada", y yo te respondo: "Mi camarada, mi compañero", porque no quisiera que vieses mi infierno. Las llamas te cegarían y el humo te ahogaría. Y me gusta mi propio Infierno; lo amo tanto al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar a solas en mi Infierno.

Tú amas la Verdad, la Belleza y la Justicia; y solo por complacerte te digo que es bueno amar esas cosas; pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: Prefiero reír a solas...

Amigo mío, tú eres bueno, cauto y prudente; es más: eres perfecto, y por ello contigo hablo sabia y cautelosamente, sólo que... estoy loco. Pero disfrazo mi locura. Prefiero ser loco a solas.

Amigo mío, ...tú ni siquiera eres mi amigo, pero, ¿cómo hacer que lo puedas comprender?. Mi camino no es el tuyo; y sin embargo caminamos juntos, los dos tomados de la mano...

GIBRAN JALIL GIBRAN

2 comentarios:

artzneo dijo...

apestas

Peter Kurten dijo...

Gracias por el dato, me voy a bañar.